El resultado electoral da un enorme aire al gobierno para buscar alargar el horizonte de la política y empezar a reconstruir los otros dos vértices del triángulo, el programa macro y el micro, que habían quedado muy desbalanceados frente a la corrida contra el peso. La pregunta que se hace el mercado es: ¿cómo se recalibra el esquema económico?, plantea la economista Marina Dal Poggetto, profesora de Economía en IAE Business School. “Veremos si la política económica busca alargar el horizonte acumulando reservas por la cuenta corriente o intenta sostener a rajatabla el esquema de bandas apostando (como hasta ahora) a extender el carry trade apalancado en la cuenta capital con los riesgos asociados”, puntualiza.
La directora de la consultora EcoGo recuerda que el gobierno asumió el riesgo de jugar “a todo o nada” y le salió bien. La ayuda del secretario del Tesoro de los Estados Unidos, Scott Bessent, para sostener el esquema cambiario hasta el final fue fundamental para mantener al dólar dentro de las bandas y la inflación contenida en torno al 2% mensual (2,4% en octubre según EcoGo).
Salvataje de EEUU: señales en el BCRA apuntan a que Bessent desarmó su posición en pesos y hay sospechas sobre el swap“La caída en el nivel de actividad detrás del frenazo al crédito provocado por la sobrerreacción y volatilidad de las tasas de interés producto del apretón monetario en una economía que desde abril operaba con cepo parcial (y casi sin brecha cambiaria) no tuvo impacto en la elección”, puntualiza. Quizás el miedo a una crisis cambiaria detrás del resultado en la provincia de Buenos Aires (incluyendo el condicionamiento del presidente Donald Trump a que la ayuda sólo iba a dársela a su par argentino Javier Milei) frente a una oferta del peronismo por demás mediocre (y sin autocrítica) coordinó, en un contexto de alta polarización y baja participación, el voto a favor de La Libertad Avanza (LLA) que pintó el país de violeta, analiza la economista. El resultado se reflejó en un cambio significativo en la composición del Congreso. LLA se convirtió en la primera minoría en ambas cámaras. La mejora es significativa, pero para pasar leyes por el Congreso que apuntalen la productividad sistémica del país -condición necesaria para abrir la economía sin reventar la micro- va a necesitar negociar con los “árbitros”: 39 diputados y 21 senadores entre Provincias Unidas, oficialismos provinciales y otros aliados, advierte.
Crédito en dólares
Con la mejora en la cotización de los bonos y de las acciones argentinas, además de la reducción del Riesgo País, reaparecieron las chances de abrir el crédito en dólares (que está cerrado desde principios de 2018), sin necesidad de avanzar en el esquema de recompra de deuda que, según anunció Bessent, se financiaría vía operación de crédito con bancos extranjeros con garantías del Tesoro de EEUU. Con o sin Bessent, la expectativa es que se avance en una colocación de deuda en el mercado y que los vencimientos dejen de pagarse con reservas, reduciendo la enorme presión que el programa tuvo desde que arrancó. En el camino, se abrió una oportunidad para que el Banco Central empiece a dar mayor previsibilidad en la política monetaria, sobre todo en el manejo de tasas.
Scott Bessent elogió a Milei tras las elecciones y anticipó un fuerte respaldo del mercadoLa enorme concentración de los vencimientos de la deuda de pesos sigue siendo el talón de Aquiles del programa, indica la experta. “Si bien este problema fue heredado, la limpieza del balance del BCRA pasando deuda de esa entidad al Tesoro nunca terminó por resolverlo. La disyuntiva del programa entre tasa de interés y tipo de cambio sin cepo, que tiene menos presión frente al resultado electoral y la descompresión del mercado de bonos en dólares, se sostiene”, acota Dal Poggetto. La monetización por el programa financiero compite con la monetización por la acumulación de reservas. En una presentación del vicepresidente del BCRA, Vladimir Werning, plantea esta disyuntiva acuñando un nuevo nombre “inside money” (stocks de deuda en pesos) y “outside money” (compra de reservas). “Por primera vez en mucho tiempo, alguien del equipo económico sostiene la necesidad de remonetizar la economía comprando dólares sin esterilizar, lo cual requiere empezar a refinanciar la deuda de pesos a plazos más largos”, finaliza la economista.